
Historia
La casa original fue construida durante la década de 1760
por el comerciante Diego Bazán y Figueroa, para ser otorgada como dote al
matrimonio de su hija Francisca Bazán con el español peninsular Miguel Laguna.
Este matrimonio tuvo extensa descendencia, y durante algún tiempo vivieron en
la casa más de quince personas.
Era una edificación de estilo señorial, con una entrada de
tipo zaguán, flanqueada por dos habitaciones, que dan a un primer patio,
rodeado de habitaciones por sus cuatro costados. A continuación se hallaban
tres salones principales, luego un segundo patio, para seguir un tercer grupo
de dependencias, destinadas al personal de servicio. Fuera de las decoraciones
aplicadas a paredes y aberturas, el edificio carecía de todo ornamento, con la
única excepción de las molduras ubicadas a ambos lados de la puerta principal,
representando columnas salomónicas.
En la época de la Revolución de Mayo, la casa pertenecía a
los descendientes de Francisca Bazán, y era ocupada por Pedro Antonio de
Zavalía, casado con Gertrudis Laguna y Bazán. Otro de los dueños habría sido
Nicolás Laguna, otro hijo de Francisca Bazán. No ha quedado registro de la
fecha en que esta casa fue alquilada por el gobierno revolucionario, que la
ocupó como cuartel para oficiales y tropa, por lo menos en los meses que
siguieron a la Batalla de Tucumán.